Forzar el acceso a un sistema no es una tarea sencilla, a pesar de que así lo prometen muchas páginas web, el hackeo de información requiere de cierta experiencia. Sin embargo, cuando se trata de aplicaciones como WhatsApp, que funcionan a partir de los datos de un móvil, las posibilidades se multiplican.
Curiosamente, pese a los muchos esfuerzos de los genios detrás de esta aplicación, espiar WhatsApp es una actividad que puede tornarse tan sencilla como la habilidad del hacker lo permita. En virtud de ellos, las opciones disponibles no solo puede ser llevadas a cabo por expertos en informática, sino que algunos de los métodos tradicionales, funcionan perfectamente en este caso.
Un ejemplo de lo anterior, es la estrategia shoulder surfing. Este sencillo y práctico método consiste en espiar a una persona a través de la observación directa de los movimientos que esta realiza. Recibe su nombre, debido a que durante su ejecución, el espía tiende a mirar por encima de su hombro para prestar atención a los datos que desea obtener.
Sin embargo, no solo puede llevarse a cabo estando cerca de la víctima, si se dispone de equipos como los prismáticos, también se obtienen excelentes resultados. Tal vez estás pensando que es poco probable que un hacker pueda sacar información sobre tu WhatsApp a través de esta técnica, pero lo cierto es que se trata de uno de los métodos más eficaces cuando se requiere robar contraseñas y códigos.
Dicha información, es suficiente para obtener todo lo necesario de tu móvil si te descuidas por un segundo o confías en la persona equivocada. La mejor forma de protegerte de esta estrategia, es cubriendo la pantalla de tu teléfono inteligente cuando ingreses o leas datos relevantes. La configuración del tamaño de la fuente, es otro recurso que te ayudará a incrementar tu seguridad.